viernes, 25 de enero de 2013

LAS CLASES SOCIALES ; EL EJÉRCITO

CIUDADANOS Y NO CIUDADANOS:

 PATRICIOS Y PLEBEYOS:

Los patricios, descendientes de las primeras familias que habían fundado la ciudad junto a Rómulo, disfrutaban de numerosos privilegios: sólo ellos podían formar parte del Senado, y sólo ellos podían desempeñar cargos públicos. Los patricios en el Senado hacían las leyes, los patricios como cónsules las ejecutaban, y patricios eran también los jueces que castigaban a los infractores de la ley.

A los plebeyos, que pagaban sus impuestos y acudían al ejército cuando se les convocaba, tan sólo les correspondía reunirse cada año para elegir a los magistrados entre los candidatos que presentaban los patricios. Indignados por esta situación que les obligaba a hacer frente a todos los inconvenientes de la ciudadanía, sin permitirles disfrutar de sus ventajas, los plebeyos emprendieron largas y encarnizadas luchas con los patricios para reclamar más derechos.

Clientes:Los clientes eran los extranjeros o refugiados pobres, sujetos a patronazgo de un patricio, el cual le brindaba ayuda económica, lo defendía ante la ley, y lo dejaba participar de las ceremonias religiosas a cambio de que éste lo acompañe en la guerra y lo ayude en todas los trabajos en el que el patricio lo solicitara. Los patricios se enorgullecían de tener clientela grande o importante.

Esclavos:Es el destino normal de los presos de guerra. Legalmente, carecían de todo derecho. Hacían gratis los peores trabajos y de por vida. El trato dependía del carácter personal del amo. Llegaron a ser numerosísimos con la expansión de Roma.

EL EJÉRCITO :
ORIGEN

La historia de la estructura del ejército romano describe las principales transformaciones cronológicas de la organización y constitución de las fuerzas armadas de la antigua Roma, las cuales han sido calificadas como «la institución militar más efectiva y duradera conocida de la historia».


Desde sus orígenes alrededor del año 800 a. C. hasta el hundimiento del Imperio romano de Occidente en 476 d. C., la estructura militar de Roma atravesó una serie de cambios estructurales de gran envergadura. A grandes rasgos, las armas romanas se dividían en ejército y armada, si bien estas dos ramas estaban menos diferenciadas que en los ejércitos nacionales actuales. A su vez, en estas dos ramas los cambios estructurales fueron ocurriendo como resultado de una reforma militar con visión de futuro, así como de una evolución estructural orgánica.

después de un periodo protohistórico del cual no existe información escrita, la estructura del ejército romano puede generalizarse a través de una serie de fases históricas. Inicialmente, el ejército romano consistía en unas levas anuales de ciudadanos que prestaban el servicio militar como parte de sus deberes para con el Estado. Durante este periodo el ejército romano se enfrentó principalmente a adversarios locales en campañas estacionales.

REFORMA DE MARIO
Cuando hablamos de personajes célebres del Imperio Romano, a todos se nos ocurren los nombres de los grandes emperadores a lo largo de la Historia. Tiberio, Nerón, César Augusto, el mismo Julio César y por qué no el famoso Bruto, conocido por darle muerte a éste entre otra enorme cantidad de grandes líderes que tuvo esta civilización.
Pero si hay un personaje que debemos recordar y darle más trascendencia es Cayo Mario, bastante conocido por ser electo siete veces Cónsul en Roma y ser un político muy destacado en ello, pero sin duda su legado de gran importancia fue la enorme reforma que realizó en el ejército, las cuales perdurarían en el tiempo forjando así uno de los ejércitos más importantes de toda la Historia.
Cayo Mario (Arpino, 157 a.C. – Roma, 86 a.C.) es conocido también por ser considerado el tercer fundador de Roma, reconocimiento que le ha llegado por sus logros militares, sobre todo en las guerras númidas y más tras la batalla final de las mismas contra Yugurta. Su capacidad militar le llevó a impulsar una reforma realmente revolucionaria en el ejército romano que mejoró la capacidad militar del mismo.

En total han sido tres grandes reformas basadas en el reclutamiento, en la estructura militar y finalmente en la jubilación. Esta es una buena oportunidad para mencionar que él fue el precursor de darle la ciudadanía romana a todos aquellos que integraban el ejército romano. Esto se debió a la frase que expresa “en el fragor de la batalla no era capaz de distinguir a un romano de un aliado“. Esta ciudadanía se la otorgaban cuando les llegaba la jubilación.
La primera reforma de gran importancia se da en el reclutamiento pues Mario incluyó a las personas sin tierras ni propiedades, antes excluidas del mismo por no poder pagar las armas e integrarlo. Recordemos que no todos podían integrar el ejército, sino que se debía tener un status elevado contrariamente a lo que estamos acostumbrados a ver.
Esta reforma permitió que los más pobres de Roma que no podrían elevar su nivel de vida de ninguna forma, se alistaran inmediatamente al ejército pagando las armas en cuotas y obteniendo ingresos impensados para ellos, al cobrar como soldados profesionales. A eso le debemos sumar las ganancias que obtenían de las ciudades saqueadas. Esta medida prácticamente erradicó la pobreza en Roma permitiendo que casi todos sus ciudadanos vivieran muy bien.

La segunda reforma de Mario consistió en la Estructura Militar. Con la medida anterior, en Estado les daba las armas a los soldados y librados de ese gasto, comenzó a estandarizar el equipamiento general de las legiones al tiempo que profesionalizaba el ejército con otra acción, el entrenamiento permanente. Hasta el momento eran reclutados y entrenados sólo cuando era necesario, pero Mario lo hizo oficial y durante todo el año se ejercitaba.



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