sábado, 24 de noviembre de 2012

El imperio cristiano


El comienzo del fin de la crisis del siglo III en Roma

La crisis del siglo III (también anarquía del siglo III, anarquía militar o crisis imperial) hace referencia a un período histórico del Imperio romano, de cincuenta años de duración, comprendido entre la muerte del emperador Alejandro Severo, en el año 235, y el acceso al trono del Imperio por parte de Diocleciano en el año 284.

 

§                    Anarquía militar (235-268), en la que se produce una ausencia casi constante de una autoridad regular central duradera y durante la cual los soldados de los ejércitos fronterizos, de los limes imperiales, designan y eliminan emperadores a su voluntad. El descontrol es tal que varias provincias de occidente y oriente se escinden para formar el Imperio Galo y el Reino de Palmirarespectivamente, en un intento de hacer frente con sus propios medios a los peligros exteriores que amenazan el Imperio.
§                    Emperadores ilirios (268-284). Tras los años anteriores de anarquía militar, en que la seguridad y la unidad del imperio se había visto gravemente comprometida, diferentes emperadores de origen ilírico y danubiano lograron reunificar el Imperio y sentar las bases para restablecer la situación.
Con el nombramiento de Diocleciano y el establecimiento primero de la Diarquía y después de la Tetrarquía, se da por superada la crisis del siglo III.

 

 

La llegada al poder de Diocleciano

Tras la muerte de Caro y de su hijo Numeriano en campaña en Persia, Diocleciano fue aclamado emperador por el ejército  En un movimiento que seguía la tendencia del siglo III hacia el absolutismo, Diocleciano amoldó su figura a la de un autócrata, elevándose por encima de las masas e imponiendo formas ceremoniales y arquitectónicas hacia la corte. En 299 Diocleciano dirigió las negociaciones con el Imperio Sasánida, el enemigo tradicional de imperio, consiguiendo una paz duradera y favorable. Además, y aunque fue efectivo mientras Diocleciano estuvo al mando, el sistema de la tetrarquía colapsó en el momento en que éste abdicó, sustituyéndose por la lucha por el poder entre Majencio y Constantino, hijos, respectivamente, de Maximiano y Constancio. La Persecución de Diocleciano que tuvo lugar entre los años 303 y 311 se convertiría en la mayor y más sangrienta persecución oficial del imperio contra los cristianos, pero no logró su objetivo de destruirlos. Es más, a partir del año 324 el cristianismo se convirtió en la religión dominante del imperio bajo el gobierno de Constantino I el Grande. Sin embargo, a pesar de sus fracasos, las reformas de Diocleciano cambiaron de forma fundamental la estructura del gobierno imperial y ayudaron a estabilizarlo económica y militarmente, permitiendo que el Imperio perdurase unos cien años más, cuando había estado a punto de colapsarse pocos años antes. Enfermo y debilitado, Diocleciano abdicó el 1 de mayo de 305, convirtiéndose en el primer emperador romano en dejar voluntariamente su cargo.

Historia

Los problemas empezaron en el año 235, cuando el emperador Alejandro Severo fue asesinado por sus soldados a la edad de 27 años después de que las legiones romanas fueran derrotadas en la campaña contra la Persia sasánida.  Las provincias romanas de Galia, Britania e Hispania, por inspiración de sus guarniciones militares, se separaron para formar el efímero Imperio Galo, y dos años más tarde, en el año 260, las provincias orientales de Siria, Palestina y Egipto se independizaron tomando el nombre de Imperio de Palmira, con respaldo sasánida), dejando en el centro al Imperio romano propiamente dicho que estaba basado en Italia, los Balcanes, Asia Menor y las provincias leales del norte de África. Cuando Claudio murió en el año 270 de la peste, el prestigioso general Aureliano, que había comandado la caballería en Naissus, le sucedió como emperador y continuó la restauración del Imperio. En particular, el derecho de sucesión nunca había sido definido claramente en el Imperio romano y se había permitido legalmente una gran flexibilidad para que los emperadores pudieran adoptar personas adultas que heredarían supuestamente su poder, lo que condujo a continuas guerras civiles al proponer distintas facciones sus candidatos favoritos a emperador. Todos estos problemas continuos fueron afrontados radicalmente por el emperador Diocleciano a inicios del siglo IV, fueron las reformas de Diocleciano las que permitieron al imperio sobrevivir durante más de cien años en el oeste (aunque sin recobrar su antiguo esplendor), y más de mil en el este.

Impacto económico

Al acceder al poder, los emperadores con reinados cortos necesitaban obtener dinero rápidamente para pagar el "bono de accesión" del ejército (prácticamente una recompensa para los soldados que habían apoyado al nuevo emperador), mientras que otros directamente pagaban sobornos a los cuerpos de tropa para que mantuvieran fidelidad al nuevo régimen.se había pagado sumas de dinero (el llamado donativium) a los miembros de la Guardia Pretoriana como "recompensa" a su lealtad, pero este sistema había degenerado en una abierta corrupción de estas tropas.  Por tanto la forma más fácil en que un emperador podía recaudar dinero era simplemente reducir la cantidad de plata o de oro en las monedas y acuñar éstas con metales más baratos. Tal política era sumamente arriesgada, pues al igual que en todas las sociedades de su tiempo, la moneda romana dependía de su valor intrínseco como metal precioso y por ello debía guardar una proporción mínima de plata u oro para que conservara poder adquisitivo (lo cual explica que en dicha época las monedas de bronce y de cobre se reservaran para las piezas de menor poder de compra)..


No obstante, el año 215 el emperador Caracalla cambió la proporción ordenando que de cada libra de oro se extrajeran 50 monedas, lo cual implicaba reducir en 20% la proporción de oro y por consiguiente devaluar la moneda, en tanto el valor facial se mantenía sin alteración. Pronto el descrédito de la moneda se hizo evidente y treinta años después de la muerte de Caracalla el antoniniano estaba acuñado sólo con bronce, obtenido a veces sólo tras fundir antiguos sestercios. Algunos impuestos ya empezaban a recolectarse en especie (si era posible) desde fines del siglo II y a partir del reinado de Caracalla los valores eran con frecuencia contados sólo nominalmente en oro y plata: los metales preciosos se habían convertido lentamente en moneda imaginaria, útil sólo para ser mencionados como equivalencia debido a su escasez física. 



Impactos Sociales

La población libre de las ciudades, mientras tanto, empezó a desplazarse a zonas rurales en búsqueda de comida y protección debido a que el aumento de precios hacía cada vez más difícil obtener alimentos en las urbes para quienes no fuesen comerciantes, burócratas o soldados. Desesperados por la necesidad de sobrevivir, muchos de estos plebeyos libres de las ciudades, así como muchos pequeños agricultores, se vieron forzados a renunciar a derechos básicos de ciudadanía para r También numerosos aristócratas romanos abandonaban las ciudades de provincias para refugiarse en sus grandes propiedades rurales donde se hacían económicamente autosuficientes y podían mantener una autoridad efectiva sobre masas de campesinos, creando el embrión de los señores feudales de siglos posteriores.ecibir protección de los grandes aristócratas convertidos en terratenientes.



El imperio cristiano :Desde Constantino hasta la división entre Oriente y Occidente.

La historia del Imperio bizantino se extiende desde el siglo IV hasta 1453. Como heredero del Imperio romano, el Imperio romano de Oriente (denominado «Imperio bizantino» desde que el historiador alemán Hieronymus Wolf acuñó este término en 1557)nota 1 tiene sus orígenes en la misma fundación de Roma .La creación de esta ciudad por Constantino en 330 constituyó un segundo punto de partida de la historia del Imperio bizantino, con la división definitiva del Imperio romano en 395 En efecto, la ubicación de Constantinopla en la encrucijada entre Oriente y Occidente contribuyó, en gran medida, a la inmensa riqueza del Imperio bizantino. Esta evolución progresiva de un Imperio romano a un imperio más específico tuvo lugar en el curso del siglo VII, después de que Justiniano I hubiera intentado, con éxito variable, restaurar la universalidad del Imperio.  Si bien el Imperio de Nicea fue capaz de recuperar Constantinopla en 1261 y restablecer el Imperio bizantino, los Paleólogos no pudieron hacer frente a los diversos desafíos que encontraron. Arruinado económicamente por las repúblicas italianas, debilitado interiormente por una aristocracia todopoderosa e incapaz de oponerse a la presión otomana, el Imperio bizantino terminó por caer en 1453, tras siglo y medio de lenta agonía


Disolución del imperio occidental

A la muerte del emperador Teodosio I, se dividió el Imperio Romano en dos mitades. A su hijo mayor, Arcadio, le dio el trono del Imperio Romano de Oriente, mientras que a su hijo menor, Honorio, lo nombró emperador en occidente. Después de la división del Imperio Romano, Occidente quedó conformado por Hispania, Italia, Galia, Britania, el Magreb y las costas de Libia, mientras que Oriente estaba conformado por la península de los Balcanes, Anatolia, Oriente Próximo y Egipto, convirtiéndose con el tiempo en el Imperio Bizantino, denominación tomada de Bizancio, antiguo nombre griego de su capital Constantinopla.  Ya desde hacía tiempo, la mitad occidental del Imperio Romano había estado sumida en continuas guerras civiles por el poder, con generales que se rebelaban cada pocos meses y se autocoronaban emperadores alternativos, especialmente en Britania y Galia.


 

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