El imperio cristiano
El comienzo del fin de la crisis del siglo III en Roma
La crisis del siglo III (también
anarquía del siglo III, anarquía militar o crisis imperial) hace referencia a
un período histórico del Imperio romano, de cincuenta años de duración,
comprendido entre la muerte del emperador Alejandro Severo, en el año 235, y el
acceso al trono del Imperio por parte de Diocleciano en el año 284.
§
Anarquía militar (235-268), en la que se produce
una ausencia casi constante de una autoridad regular central duradera y durante
la cual los soldados de los ejércitos fronterizos, de los limes imperiales, designan y eliminan
emperadores a su voluntad. El descontrol es tal que varias provincias de
occidente y oriente se escinden para formar el Imperio Galo y el Reino de Palmirarespectivamente,
en un intento de hacer frente con sus propios medios a los peligros exteriores
que amenazan el Imperio.
§
Emperadores ilirios (268-284). Tras los años
anteriores de anarquía militar, en que la seguridad y la
unidad del imperio se había visto gravemente comprometida, diferentes
emperadores de origen ilírico y danubiano lograron reunificar el Imperio y
sentar las bases para restablecer la situación.
Con el nombramiento de Diocleciano y el establecimiento primero de la Diarquía y después de la Tetrarquía,
se da por superada la crisis del siglo III.
La
llegada al poder de Diocleciano
Tras la muerte de Caro y de su hijo
Numeriano en campaña en Persia, Diocleciano fue aclamado emperador por el
ejército En un movimiento que
seguía la tendencia del siglo III hacia el absolutismo, Diocleciano amoldó su
figura a la de un autócrata, elevándose por encima de las masas e imponiendo
formas ceremoniales y arquitectónicas hacia la corte. En 299
Diocleciano dirigió las negociaciones con el Imperio Sasánida, el enemigo
tradicional de imperio, consiguiendo una paz duradera y favorable. Además, y aunque fue
efectivo mientras Diocleciano estuvo al mando, el sistema de la tetrarquía
colapsó en el momento en que éste abdicó, sustituyéndose por la lucha por el
poder entre Majencio y Constantino, hijos, respectivamente, de Maximiano y
Constancio. La Persecución de Diocleciano que tuvo
lugar entre los años 303 y 311 se convertiría en la mayor y más sangrienta
persecución oficial del imperio contra los cristianos, pero no logró su
objetivo de destruirlos. Es más, a partir del año 324 el
cristianismo se convirtió en la religión dominante del imperio bajo el gobierno
de Constantino I el Grande. Sin embargo, a pesar de sus fracasos,
las reformas de Diocleciano cambiaron de forma fundamental la estructura del
gobierno imperial y ayudaron a estabilizarlo económica y militarmente, permitiendo
que el Imperio perdurase unos cien años más, cuando había estado a punto de
colapsarse pocos años antes. Enfermo y debilitado, Diocleciano abdicó
el 1 de mayo de 305, convirtiéndose en el primer emperador romano en dejar
voluntariamente su cargo.
Historia
Los problemas
empezaron en el año 235, cuando el emperador Alejandro Severo fue asesinado por
sus soldados a la edad de 27 años después de que las legiones romanas fueran
derrotadas en la campaña contra la Persia sasánida. Las provincias romanas
de Galia, Britania e Hispania, por inspiración de sus guarniciones militares,
se separaron para formar el efímero Imperio Galo, y dos años más tarde, en el
año 260, las provincias orientales de Siria, Palestina y Egipto se
independizaron tomando el nombre de Imperio de Palmira, con respaldo sasánida),
dejando en el centro al Imperio romano propiamente dicho que estaba basado en
Italia, los Balcanes, Asia Menor y las provincias leales del norte de África. Cuando Claudio murió en el año 270 de la
peste, el prestigioso general Aureliano, que había comandado la caballería en
Naissus, le sucedió como emperador y continuó la restauración del Imperio. En
particular, el derecho de sucesión nunca había sido definido claramente en el
Imperio romano y se había permitido legalmente una gran flexibilidad para que
los emperadores pudieran adoptar personas adultas que heredarían supuestamente
su poder, lo que condujo a continuas guerras civiles al proponer distintas
facciones sus candidatos favoritos a emperador. Todos estos problemas continuos
fueron afrontados radicalmente por el emperador Diocleciano a inicios del siglo
IV, fueron las reformas de Diocleciano las que permitieron al imperio
sobrevivir durante más de cien años en el oeste (aunque sin recobrar su antiguo
esplendor), y más de mil en el este.
Impacto
económico
Al acceder al poder, los emperadores con
reinados cortos necesitaban obtener dinero rápidamente para pagar el "bono
de accesión" del ejército (prácticamente una recompensa para los soldados
que habían apoyado al nuevo emperador), mientras que otros directamente pagaban
sobornos a los cuerpos de tropa para que mantuvieran fidelidad al nuevo
régimen.se había pagado sumas de dinero (el llamado donativium) a los miembros
de la Guardia Pretoriana como "recompensa" a su lealtad, pero este
sistema había degenerado en una abierta corrupción de estas tropas. Por tanto la forma más
fácil en que un emperador podía recaudar dinero era simplemente reducir la
cantidad de plata o de oro en las monedas y acuñar éstas con metales más
baratos. Tal
política era sumamente arriesgada, pues al igual que en todas las sociedades de
su tiempo, la moneda romana dependía de su valor intrínseco como metal precioso
y por ello debía guardar una proporción mínima de plata u oro para que conservara
poder adquisitivo (lo cual explica que en dicha época las monedas de bronce y
de cobre se reservaran para las piezas de menor poder de compra)..
No obstante, el año
215 el emperador Caracalla cambió la proporción ordenando que de cada libra de
oro se extrajeran 50 monedas, lo cual implicaba reducir en 20% la proporción de
oro y por consiguiente devaluar la moneda, en tanto el valor facial se mantenía
sin alteración. Pronto el descrédito de la moneda se
hizo evidente y treinta años después de la muerte de Caracalla el antoniniano
estaba acuñado sólo con bronce, obtenido a veces sólo tras fundir antiguos
sestercios. Algunos impuestos ya empezaban a
recolectarse en especie (si era posible) desde fines del siglo II y a partir
del reinado de Caracalla los valores eran con frecuencia contados sólo
nominalmente en oro y plata: los metales preciosos se habían convertido
lentamente en moneda imaginaria, útil sólo para ser mencionados como
equivalencia debido a su escasez física.
Impactos Sociales
La población libre de
las ciudades, mientras tanto, empezó a desplazarse a zonas rurales en búsqueda
de comida y protección debido a que el aumento de precios hacía cada vez más
difícil obtener alimentos en las urbes para quienes no fuesen comerciantes,
burócratas o soldados. Desesperados por la necesidad de
sobrevivir, muchos de estos plebeyos libres de las ciudades, así como muchos
pequeños agricultores, se vieron forzados a renunciar a derechos básicos de
ciudadanía para r
También numerosos aristócratas romanos abandonaban las ciudades de provincias
para refugiarse en sus grandes propiedades rurales donde se hacían
económicamente autosuficientes y podían mantener una autoridad efectiva sobre
masas de campesinos, creando el embrión de los señores feudales de siglos
posteriores.ecibir protección de los grandes aristócratas
convertidos en terratenientes.
El imperio cristiano :Desde Constantino hasta la división
entre Oriente y Occidente.
La historia del
Imperio bizantino se extiende desde el siglo IV hasta 1453. Como heredero del
Imperio romano, el Imperio romano de Oriente (denominado «Imperio bizantino»
desde que el historiador alemán Hieronymus Wolf acuñó este término en 1557)nota
1 tiene sus orígenes en la misma fundación de Roma .La creación de esta ciudad por Constantino en 330 constituyó un segundo punto de partida de la historia del Imperio bizantino, con la división definitiva del Imperio romano en 395 En efecto, la ubicación de Constantinopla
en la encrucijada entre Oriente y Occidente contribuyó, en gran medida, a la
inmensa riqueza del Imperio bizantino. Esta evolución progresiva de un Imperio
romano a un imperio más específico tuvo lugar en el curso del siglo VII,
después de que Justiniano I hubiera intentado, con éxito variable, restaurar la
universalidad del Imperio. Si bien el Imperio de Nicea fue capaz de recuperar Constantinopla en
1261 y restablecer el Imperio bizantino, los Paleólogos no pudieron hacer
frente a los diversos desafíos que encontraron. Arruinado económicamente por las repúblicas italianas, debilitado
interiormente por una aristocracia todopoderosa e incapaz de oponerse a la
presión otomana, el Imperio bizantino terminó por caer en 1453, tras siglo y
medio de lenta agonía
Disolución del imperio occidental
A la muerte del
emperador Teodosio I, se dividió el Imperio Romano en dos mitades. A su hijo mayor,
Arcadio, le dio el trono del Imperio Romano de Oriente, mientras que a su hijo
menor, Honorio, lo nombró emperador en occidente. Después de la división del Imperio
Romano, Occidente quedó conformado por Hispania, Italia, Galia, Britania, el
Magreb y las costas de Libia, mientras que Oriente estaba conformado por la
península de los Balcanes, Anatolia, Oriente Próximo y Egipto, convirtiéndose
con el tiempo en el Imperio Bizantino, denominación tomada de Bizancio, antiguo
nombre griego de su capital Constantinopla. Ya desde hacía tiempo, la mitad
occidental del Imperio Romano había estado sumida en continuas guerras civiles
por el poder, con generales que se rebelaban cada pocos meses y se
autocoronaban emperadores alternativos, especialmente en Britania y Galia.
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