Los patricios, descendientes de las primeras familias que habían
fundado la ciudad junto a Rómulo, disfrutaban de numerosos privilegios:
sólo ellos podían formar parte del Senado, y sólo ellos podían desempeñar cargos públicos.
Los patricios en el Senado hacían las leyes, los patricios como
cónsules las ejecutaban, y patricios eran también los jueces que
castigaban a los infractores de la ley.
A los plebeyos, que pagaban sus impuestos y acudían al ejército
cuando se les convocaba, tan sólo les correspondía reunirse cada año
para elegir a los magistrados entre los candidatos que presentaban los
patricios. Indignados por esta situación que les obligaba a hacer frente
a todos los inconvenientes de la ciudadanía, sin permitirles disfrutar
de sus ventajas, los plebeyos emprendieron largas y encarnizadas luchas
con los patricios para reclamar más derechos.
Esclavos:Es el destino normal de los presos de guerra. Legalmente, carecían de todo derecho. Hacían gratis los peores trabajos y de por vida. El trato dependía del carácter personal del amo. Llegaron a ser numerosísimos con la expansión de Roma.
EL EJÉRCITO :
ORIGEN
Desde sus orígenes alrededor del año 800 a. C. hasta el hundimiento del Imperio romano de Occidente en 476 d. C.,
la estructura militar de Roma atravesó una serie de cambios
estructurales de gran envergadura. A grandes rasgos, las armas romanas
se dividían en ejército y armada,
si bien estas dos ramas estaban menos diferenciadas que en los
ejércitos nacionales actuales. A su vez, en estas dos ramas los cambios
estructurales fueron ocurriendo como resultado de una reforma militar
con visión de futuro, así como de una evolución estructural orgánica.
REFORMA DE MARIO
Cuando hablamos de personajes célebres del Imperio Romano, a todos se nos ocurren los nombres de los grandes emperadores a lo largo de la Historia. Tiberio, Nerón, César Augusto, el mismo Julio César y por qué no el famoso Bruto, conocido por darle muerte a éste entre otra enorme cantidad de grandes líderes que tuvo esta civilización.
Pero si hay un personaje que debemos recordar y darle más trascendencia es Cayo Mario, bastante conocido por ser electo siete veces Cónsul en Roma y ser un político muy destacado en ello, pero sin duda su legado de gran importancia fue la enorme reforma que realizó en el ejército, las cuales perdurarían en el tiempo forjando así uno de los ejércitos más importantes de toda la Historia.
Cayo Mario (Arpino, 157 a.C. – Roma, 86 a.C.) es conocido también por ser considerado el tercer fundador de Roma, reconocimiento que le ha llegado por sus logros militares, sobre todo en las guerras númidas y más tras la batalla final de las mismas contra Yugurta.
Su capacidad militar le llevó a impulsar una reforma realmente
revolucionaria en el ejército romano que mejoró la capacidad militar del
mismo.
En total han sido tres grandes reformas basadas en el reclutamiento, en la estructura militar y finalmente en la jubilación. Esta es una buena oportunidad para mencionar que él fue el precursor de darle la ciudadanía romana a todos aquellos que integraban el ejército romano. Esto se debió a la frase que expresa “en el fragor de la batalla no era capaz de distinguir a un romano de un aliado“. Esta ciudadanía se la otorgaban cuando les llegaba la jubilación.
La primera reforma de gran importancia se da en el reclutamiento pues Mario incluyó a las personas sin tierras ni propiedades,
antes excluidas del mismo por no poder pagar las armas e integrarlo.
Recordemos que no todos podían integrar el ejército, sino que se debía
tener un status elevado contrariamente a lo que estamos acostumbrados a
ver.
Esta reforma permitió que los más pobres de Roma que
no podrían elevar su nivel de vida de ninguna forma, se alistaran
inmediatamente al ejército pagando las armas en cuotas y obteniendo
ingresos impensados para ellos, al cobrar como soldados profesionales.
A eso le debemos sumar las ganancias que obtenían de las ciudades
saqueadas. Esta medida prácticamente erradicó la pobreza en Roma
permitiendo que casi todos sus ciudadanos vivieran muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario